Vilna, la capital de Lituania, es conocida por su arquitectura barroca, que se aprecia particularmente en la ciudad antigua medieval. Sin embargo, los edificios que bordean las calles (algunas, de adoquines) de este distrito reflejan diversos estilos y épocas, desde la catedral neoclásica de Vilna hasta la iglesia gótica de Santa Ana. La Puerta del Amanecer, del siglo XVI, que tiene un santuario con una imagen sagrada de la Virgen María, protegió alguna vez la entrada a la ciudad original.