
El Círculo Ecuestre ha celebrado un nuevo desayuno-coloquio bajo el título Diseño, liderazgo y legado familiar, que ha contado con la destacada participación de Lina Mascaró, presidenta del Grupo Mascaró. El encuentro ha reunido a socios y socias del club en una conversación inspiradora sobre la evolución de una empresa familiar con raíces centenarias, el liderazgo en clave femenina y el valor de la autenticidad en un entorno empresarial competitivo y globalizado.
La sesión ha sido inaugurada con una bienvenida institucional por parte de Isabel Perea, miembro de la Junta de Gobierno del Círculo Ecuestre, y ha contado con la presentación de Montserrat Arias, socia del club y CEO de Bemypartner. Por su parte, la periodista especializada en moda y estilo de vida, Maria Almenar, ha moderado la conversación con Lina Mascaró, guiando al público a través de su historia profesional y personal.
Una vida entre tacones, tradición y visión internacional
Hija y nieta de zapateros, Lina Mascaró ha crecido en un entorno donde el negocio y la vida familiar eran uno solo. “En casa no se distinguía entre trabajo y familia”, ha recordado. En sus palabras, los desayunos en casa de su abuela, donde se probaba sus zapatos de tacón siendo niña, marcan el inicio simbólico de una vocación empresarial que ha sabido mantener la esencia menorquina y llevarla a los escaparates más prestigiosos del mundo.
Desde su incorporación al grupo en el año 1994, Lina ha impulsado una firme estrategia de internacionalización y posicionamiento de marca, con especial protagonismo de Pretty Ballerinas, lanzada en 2005, y que se convirtió rápidamente en un icono global del calzado femenino.
Liderar con propósito y autenticidad
Durante el coloquio, Mascaró ha abordado también el papel de la mujer en la empresa y cómo, desde muy joven, asumió que el liderazgo no tiene género. “Para mí, liderar no es cuestión de ser hombre o mujer. Es cuestión de actitud, de compromiso, de generosidad y de escuchar”. También ha puesto en valor el ejemplo de su padre, Jaime Mascaró, quien siempre transmitió a sus hijas que podían ser capaces de liderar cualquier proyecto.
Lina ha defendido una visión del liderazgo centrada en las personas, la emoción y la conexión con las clientas: “Lo que me motiva no es sólo la rentabilidad. Me mueve la idea de seguir enamorando, entusiasmando e inspirando a las mujeres que nos eligen”. Este enfoque humano y cercano del liderazgo fue especialmente valorado por los asistentes.
La fuerza del arraigo y el legado familiar
Mascaró también ha reivindicado el compromiso del grupo con Menorca, donde mantiene su sede, su fábrica y una producción artesanal que requiere de más de 60 manos para elaborar un solo par de zapatos. “Es muy raro hoy fabricar íntegramente en España, y hacerlo en Menorca es un acto de autenticidad y respeto a nuestras raíces. Es un valor que nos diferencia”.
Sobre el futuro del grupo, Lina se ha mostrado optimista al hablar de la cuarta generación: “Sí, la imagino, la visualizo y se está preparando”. No obstante, ha recordado que aún queda mucho por hacer con la actual tercera generación, que sigue muy activa en el desarrollo del proyecto. “Lo que mantiene viva la empresa es el legado, pero también la voluntad de innovar. Como hice yo con mi padre”.