
Este lunes se celebró en el Círculo Ecuestre la tercera sesión del ciclo ‘El papel de la mujer en el mundo fundacional’, un espacio de encuentro, reflexión e impulso del papel femenino en el ámbito de las fundaciones. El ciclo, impulsado y moderado por Maria Eugènia Gay, jurista y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, estuvo presentado por Anna Gener, miembro de la Junta de Gobierno del Círculo Ecuestre. Además, el acto ha contado con la participación especial y la bienvenida de Enrique Lacalle, presidente de la institución.
Por supuesto, el protagonismo de la jornada lo asumieron con fuerza las cinco ponentes invitadas, todas ellas mujeres referentes en el mundo fundacional, que compartieron su experiencia, visión y compromiso con la transformación social desde distintas áreas:
Helena Mora, presidenta de la Fundación Victoria de los Ángeles, que vela por preservar el legado de la mítica soprano y fomentar la formación musical entre jóvenes. María Jordà, directora general de la Fundación Eurofirms, centrada en la integración laboral de personas con discapacidad y en el combate activo contra los prejuicios empresariales. Rosario Cabané, vicepresidenta de la Fundación Quiero Trabajo, que acompaña a mujeres vulnerables en su preparación para entrevistas laborales, empoderándolas en el momento clave del acceso al empleo. Sor Lucía Caram, religiosa y activista social desde el convento de Santa Clara de Manresa, que ha construido una red de programas de atención a la pobreza, exclusión social y refugiados, incluso en zonas de conflicto como Ucrania. Y Cristina Vallejo, abogada experta en derecho fundacional, que aportó una mirada jurídica sobre los retos legales, fiscales y de género que enfrentan las entidades del tercer sector.
Todas ellas compartieron su experiencia y visión desde sus respectivas entidades, abordando tanto los logros como las dificultades que enfrentan las fundaciones en su labor diaria. Este tercer encuentro del ciclo volvió a poner en valor el papel de las fundaciones como motores del estado del bienestar, generadoras de economía, agentes de mejora de la calidad de vida ciudadana, impulsores del empleo y piezas clave de la cohesión social y el progreso.
Durante su intervención al principio de la sesión, Maria Eugènia Gay subrayó la relevancia de este papel en el contexto actual: “Las fundaciones son el reflejo de una sociedad democrática y madura, que afronta los retos que tiene por delante con los valores que suponen la igualdad, la solidaridad y la fraternidad. Valores que hoy más que nunca conviene poner encima de la mesa y, sobre todo, poner el bien común y el interés general como bienes superiores a proteger frente a cualquier desarrollo económico, tecnológico, social o cultural.”
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Las ponencias giraron en torno a varios retos estructurales del mundo fundacional, como la excesiva burocracia que obstaculiza el trabajo diario de las fundaciones, la necesidad de reformar los mecanismos de control -que en algunos casos restringen indebidamente actividades legítimas del interés general-, el reclamo por un mejor y mayor acompañamiento fiscal que permita a las fundaciones operar con mayor sostenibilidad, la importancia de contribuir activamente a la mejora de la Ley de Mecenazgo, actualmente en proceso legislativo, y la urgencia de fomentar una cultura de la filantropía más accesible y menos estigmatizada, que se entienda como un ejercicio de corresponsabilidad ciudadana.
Desde diferentes perspectivas —educativa, cultural, asistencial o jurídica— las ponentes ofrecieron testimonios inspiradores de cómo sus fundaciones impactan positivamente en la sociedad. Así, Helena Mora remarcó la importancia de preservar el legado cultural como herramienta de cohesión social desde la Fundación Victoria de los Ángeles. María Jordà denunció la escasa aplicación de la Ley General de Discapacidad y explicó cómo, desde la Fundación Eurofirms, combaten prejuicios empresariales para facilitar la inserción laboral de personas con discapacidad. Rosario Cabané, por su parte, presentó la Fundación Quiero Trabajo como un “último eslabón” decisivo para que mujeres en situación de vulnerabilidad accedan a entrevistas laborales empoderadas y con confianza.
Uno de los momentos más conmovedores fue la intervención de Sor Lucía Caram, quien relató cómo, desde el convento de Santa Clara, su fundación ha evolucionado desde un banco de alimentos a una red de programas sociales, atención a personas sin hogar y asistencia humanitaria en Ucrania: “La revolución de la bondad puede tener más fuerza que cualquier discurso que nos deshumaniza. Las fundaciones debemos unirnos para transformar la sociedad desde el amor en acción.”
Por su parte, Cristina Vallejo aportó una mirada jurídica sobre la situación del sector, advirtiendo que España es uno de los países con más fundaciones registradas de Europa, pero a la vez uno de los que menos aportaciones económicas recibe. Denunció también la persistente brecha de género en los órganos de gobierno de las fundaciones, donde las mujeres solo ocupan el 34% de los patronatos y presidencias, a pesar de liderar la mayoría de los equipos y programas: “No esperemos a que la ley nos obligue. Fomentemos los planes de igualdad de forma voluntaria y consciente”, concluyó.
El acto finalizó con el anuncio de una nueva cita para el próximo 13 de junio, también en Barcelona, bajo el lema “Las fundaciones como pilar fundamental del estado del bienestar y de los valores europeos”, que reunirá a ponentes nacionales e internacionales y servirá como punto de inflexión para trasladar conclusiones y propuestas a las instituciones públicas.