El Círculo Ecuestre recibió el pasado 16 de noviembre a María José Rubio, destacada historiadora, escritora y académica de la Real Academia de Ciencias Históricas de Toledo, que lideró el coloquio El General Prim, un líder catalán universal. Acompañando a la experta estuvieron el Presidente del Círculo Ecuestre, Enrique Lacalle, y el reconocido periodista Sergio Vila-Sanjuán, responsable del suplemento Cultura|s de La Vanguardia.

María José Rubio no es pariente directo de Juan Prim, pero sí aseguró que a él le une una relación particular y especial. Tras morir en el año 1870 sin descendencia, el legado del general fue traspasado a unos administradores de su difunto hijo. Estos bienes se empezaron a vender a partir de 1960, entre los cuales se encontraba su castillo, que pasó a ser propiedad de la familia de María José. “Me he sentido con una obligación moral de cuidar de este personaje, su legado y su historia”, aseguró la historiadora.




Rubio y Vila-Sanjuán hicieron un amplio repaso por la vida política, militar e incluso personal de Prim, a quien ella definió como “un hombre controvertido, con sus sombras y sus luces, pero que dejó una gran huella en su época. La historia de España del siglo XIX no se entendería sin Prim”.

En una jornada particularmente señalada por la relación entre España y Cataluña, María José Rubio recordó que el general nacido en Reus fue una figura con unos principios basados en la monarquía y el respeto a la constitución española del año 1869. “En el caso de Prim la cuestión territorial es importantísima. Es el único catalán que hizo de la defensa de Cataluña y de su catalanidad algo esencial en su biografía, como militar y gobernante”, añadió. 

Sin embargo, la experta también manifestó su tristeza al entender que las instituciones actuales no han sabido corresponder la memoria del general, tras la negativa por parte de la Generalitat de Catalunya o del Ayuntamiento de Barcelona de participar en diversos homenajes a Juan Prim. “Él fue la gran voz de Cataluña en el Congreso de los Diputados. Me sorprende encontrarme con instituciones catalanas que hoy, cicateramente, y juzgándole desde una perspectiva actual y no desde la perspectiva de su época, le hurten el homenaje merecido a un gran personaje”. 




Preguntada por el entrevistador sobre qué lección de Prim se podría aplicar hoy a la “complicada situación política actual”, María José Rubio defendió que el general “tenía una mirada amplia y larga, era un gran estratega que sentía un gran amor por España y Cataluña. Amaba las dos cosas, su tierra y su país. España estaba en un concierto mundial, él quería abrirla y colocarla en el panorama de las grandes potencias. Ojalá estuviésemos en esa mirada y no tuviéramos esta puerta estrecha. Es lo que pienso y lo que creo que Prim hubiera defendido”, concluyó la historiadora.