
La primera jornada de By Invitation, el salón de arte moderno y contemporáneo del Círculo Ecuestre que arrancó el 7 de noviembre con una exposición de más de 80 artistas nacionales e internacionales, de la mano de 24 galerías, dio cabida al interesante diálogo El año Miró.
En un coloquio presentado por el presidente del Círculo Ecuestre y comisario de la exposición, Enrique Lacalle, y moderado por Sergio Vila-Sanjuán, responsable del suplemento Cultura|s de La Vanguardia, Sara Puig, presidenta de la Fundación Joan Miró, Marko Daniel, su director, pusieron de manifiesto el legado de Miró y el papel en la cultura de Barcelona que tiene la entidad que próximamente celebrará 50 años.
En el marco del diálogo, Puig resaltó el espíritu visionario de Joan Miró, quien "nos dio un ejemplo extraordinario al crear una fundación que sirviera de plataforma para artistas emergentes en un momento en que España estaba cerrada al mundo”. Recordó que, con el establecimiento de la Fundación en 1975, Miró brindó a los ciudadanos de Barcelona y de toda España una ventana al arte contemporáneo que “fue un símbolo de apertura y generosidad, reflejado también en las obras públicas que el artista donó a la ciudad, como el mural del aeropuerto y el mosaico en Las Ramblas". En su intervención, Puig destacó cómo Miró "soñó con una Barcelona hospitalaria y generosa, que recibiera a todos a través del arte y la cultura".
Por su parte, Marko Daniel puso en conocimiento del público el programa que la Fundación tiene preparado para celebrar su medio siglo de historia, cuyo objetivo es acercar la Fundación y su programación a un público amplio y diverso. "El 50 aniversario será una oportunidad única para reconectar con el público de Barcelona y con los visitantes internacionales", afirmó. La celebración comenzará en junio con una fiesta inaugural y contará con un proyecto retrospectivo en el que “cuatro artistas barceloneses revisarán nuestros primeros 50 años a través de una lectura única de nuestros archivos y nuestra colección”, adelantó Daniel.
Entre las próximas exposiciones destacadas, Marko Daniel señaló la muestra Miró y Matisse, que explora la relación y los paralelismos entre ambos artistas. "Miró y Matisse rompieron con las convenciones de su época, y esta exposición profundiza en los puntos de conexión entre ellos, gracias al trabajo del hijo de Matisse, Pierre, quien fue galerista de Miró en Nueva York y responsable de introducir su obra en Estados Unidos”, comentó.
El acceso a la fundación en Montjuïc fue otro tema destacado del coloquio. "Es crucial mejorar los accesos a la montaña para consolidarla como un epicentro cultural”, afirmó el director de la entidad artística. Como propuesta, sugirió el renombramiento del autobús 150 como "Bus Cultural Montjuïc", con el objetivo de facilitar la llegada de turistas y locales a la montaña. "Cada reunión de Patronato insistimos en este tema, y vamos a redoblar esfuerzos para que se concrete en los próximos años", añadió, haciendo referencia al aniversario de la Exposición Universal de 1929 como un buen momento para realizar estas mejoras.
La Fundación también reafirmó su compromiso con los artistas emergentes a través del Espai 13, un espacio experimental que ha sido plataforma de grandes figuras del arte, como Jaume Plensa. “En cada edición de ARCO, el 75% de los artistas pasaron por el Espai 13, un orgullo que refuerza nuestro rol en la detección de nuevos talentos”, mencionó Puig.
Para cerrar el coloquio, Sara Puig insistió en la importancia de mantener el espíritu de Miró vivo en la ciudad y fortalecer el acceso a sus espacios emblemáticos, como el mural del aeropuerto y el mosaico de Las Ramblas: “Es esencial que Barcelona conserve este legado y lo haga accesible a todos”.
El evento fue una oportunidad para subrayar el papel de la Fundación Joan Miró en la cultura de Barcelona y para reafirmar su compromiso con un futuro en el que el arte y el legado de Miró continúen enriqueciendo a las próximas generaciones.