
El Círculo Ecuestre acogió el viernes, 8 de noviembre, el tercer diálogo enmarcado en el programa de By Invitation 2024, su salón internacional de arte moderno y contemporáneo.
La charla Collectible design, contó con la participación de la reputada arquitecta Benedetta Tagliabue y del director de Il·lacions Gallery, Xavi Franquesa. Teresa Ybarra, directora de Bonhams España, ejerció de moderadora y el evento fue presentado por Enrique Lacalle, director del Círculo Ecuestre y comisario de la exposición.
El diálogo inició mostrando al público algunas de las piezas insignia y “ultra funcionales” del Estudio Miralles Tagliabue, que dirige Benedetta junto a su exmarido el también arquitecto Enric Miralles, y que han estado en exposición de la mano de Il·lacions en By Invitation. Durante su realización, la charla profundizó en el impacto, los desafíos y las oportunidades que representa el diseño coleccionable, un mercado en expansión que combina el arte y el mobiliario para crear piezas únicas y personalizables.
En el marco del diálogo, Benedetta Tagliabue destacó la singularidad que ofrece el diseño coleccionable, donde cada pieza puede ser adaptada a los gustos de quien la adquiere. “Para mí ha sido una sorpresa, pasar de verlo desde una perspectiva muy personal, a darte cuenta de que eso puede extenderse a otros, aunque no de una forma industrial”, comentó la arquitecta. Refiriéndose a una de sus piezas más especiales, añadió: “La ‘Mesa inestable’ que acabamos de ver es tan compleja que las pocas que hemos producido en el mundo son todas diferentes. No hay una igual que la otra, porque es demasiado difícil hacer las cosas iguales, y los artesanos acaban haciéndolo un poco diferente cada vez”.
Por su parte, Xavi Franquesa subrayó la importancia de fortalecer el diseño de autor en Barcelona. “Barcelona nunca había hecho nada en este campo. Es sorprendente que Barcelona, una de las ciudades con más diseñadores del mundo, aún no tenga una presencia consolidada en el diseño coleccionable”, explicó Franquesa. Desde Il·lacions Gallery, impulsan el diseño local con una política centrada en apoyar a los creadores de la región: “Las galerías estándar son como el Real Madrid, fichan a los buenos de todas partes. Nosotros somos más como el Barça, desde la cantera, empujando a todos, creando este movimiento. Estamos en la Champions League, somos el peor equipo, pero estamos ahí”, puso como metáfora.
Franquesa también destacó los obstáculos a los que se enfrentan los diseñadores locales debido a la falta de recursos, en comparación con otras ciudades europeas: “En Bruselas, han tenido inyección de capital. Han conseguido fondos suizos y han multiplicado por 50 su proyección. Nosotros estamos ahí detrás, intentándolo”.
Ambos ponentes coincidieron en que el diseño coleccionable ofrece una experiencia única en la relación entre el usuario y la pieza, combinando la utilidad del mobiliario con el impacto emocional del arte. “Es algo que cada vez se está buscando más. Tener algunos objetos de uso cotidiano, pero que sean realmente especiales, casi como un cuadro o una pieza de arte”, explicó Tagliabue. “El diseño coleccionable permite que cada pieza sea un reflejo personal del cliente, en el que se pueden elegir detalles específicos que hacen que cada mueble sea único”, detalló la arquitecta.
Según explicó Franquesa, esta experiencia se intensifica en el caso de los muebles de colección, que tienen una conexión física directa con sus propietarios: “El mueble de colección lo puedes usar, puedes vivirlo. Es inspirador porque se relaciona con tu cuerpo. Es un tipo de arte que interactúa contigo emocionalmente”.
Conclusión: un campo en crecimiento
El diálogo cerró con una reflexión sobre el futuro del diseño coleccionable y su papel en Barcelona. “Yo creo que es algo que está pasando. Viene de un movimiento arquitectónico donde ha habido mucha experimentación”, concluyó Tagliabue, mientras que Franquesa expresó su optimismo: “Estamos luchando para que Barcelona esté en el mapa del diseño coleccionable”. “Nos toca explicarlo al mundo”, apuntó.