El Círculo Ecuestre acogió este jueves, 27 de abril, un coloquio protagonizado por Jaume Collboni, candidato del Partit Socialista de Catalunya (PSC) en las elecciones municipales de Barcelona.

Tras la presentación del presidente del Círculo Ecuestre, Antonio Delgado, el líder del PSC en Barcelona mantuvo un diálogo con Enric Sierra, director adjunto de La Vanguardia, que ejerció de moderador del acto. Todo ello en el marco del Ciclo Alcaldables, promovido por el club. 

El candidato del PSC en las elecciones municipales comenzó su ponencia dando a conocer su positiva convicción ante los resultados de los comicios: “Estoy convencido de que seré el próximo alcalde de Barcelona”. Collboni expuso ante los socios del Círculo Ecuestre que su “experiencia y vitalidad”, “los sondeos” y el “gran equipo con el que se presenta”, reafirmaban su pensamiento. 

En su rol de moderador del coloquio, Enric Sierra quiso preguntar al ponente sobre las posibilidades de pacto con otros candidatos de cara a los resultados de las elecciones. Collboni contestó contestar diciendo que hará un acuerdo “si es necesario” y basándose en “tres puntos que ejercen de perímetro de acuerdo: el compromiso con el crecimiento económico -incluida la ampliación del Aeropuerto-, la protección y garantía de las políticas sociales y la lealtad al estado y a las instituciones europeas”. Sin embargo, dejó claro un aspecto: “no me presento a estas elecciones para hacer alcalde a Ada Colau o a Xavier Trias”. 

Durante la entrevista, el director adjunto de La Vanguardia preguntó al exteniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona del área de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona por su etapa de socio de gobierno de Ada Colau. El candidato expresó  que hubo dos momentos históricos que explican la coalición: la negociación de los votos de Valls “a cambio de que el Gobierno de Barcelona no estuviera condicionado por el proceso independentista” y “la gestión de la pandemia”. Collboni destacó que “cuando volvió la normalidad afloraron las diferencias”: “el Hermitage, la ampliación del Aeropuerto, las pacificaciones y la forma de gobierno”. A pesar de ello, puso en valor la consecución y puesta en marcha en este período de inversiones y grandes proyectos  como "los nuevos salones, la Copa América, la transformación de la Marina del Prat Vermell, del 22@ y de la Sagrera", entre otros. 

El líder del Partit Socialista de Catalunya en el Ayuntamiento de Barcelona declaró que “la reserva del 30% para vivienda protegida no ha funcionado”. Ante esa tesitura, propuso monetizar la reserva del 30% para reactivar la promoción de vivienda de Barcelona: “convertir en euros la equivalencia al coste en la reserva de vivienda pública”. 


 

El exteniente de alcalde también dio su opinión sobre la superilla del Eixample expresando que “es inviable y colapsa el sistema del Eixample”. Collboni recordó que “en Barcelona se han pacificado calles desde la época de Narcís Serra y de Pasqual Maragall”, pero que se ha hizo “explicando los cambios a los vecinos y midiendo las consecuencias”. El candidato del concluyó asegurando que “las obras de la pacificación de la Via Laietana y de la calle Girona bloquean el centro de la ciudad” y que “el problema de movilidad de Barcelona es debido a las políticas de urbanismo y a la planificación de obras realizada”. 

A continuación, el moderador preguntó al candidato sobre la continuación del tranvía por la Diagonal. Ante la pregunta, el líder del Partit Socialista de Catalunya (PSC) en la ciudad expresó que “el sentido común dicta que hay que acabar de hacer la conexión”. Además, abogó por “terminar la L9 del metro de Barcelona”, “digerir los cambios urbanísticos de la ciudad” y “no hacer más obras en cuatro años, excepto las que supongan recuperar el verde”, a lo que llamó a “recuperar los interiores de islas de Cerdà”. 

Ante el colapso de vehículos de fuera de Barcelona que se produce en horas punta, Collboni dictaminó que es un problema que puede solventarse “mejorando el servicio de Rodalies y añadiendo más paradas de metro”. También apostó por “electrificar la ciudad” con el “objetivo de reducir emisiones y ruido”. Asimismo, detectó como un problema de ciudad la ocupación ilegal. Por ello, ha apostó por un cambio de paradigma mediante medidas como la “legitimización de demandas por parte de la comunidad de vecinos” o los “desahucios en menos de 24 horas si no hay menores”. 

En el marco de su discurso, Jaume Collboni defendió las políticas turísticas llevadas a cabo en los últimos años que “han apostado por la calidad del turismo”, ante la “política de barra libre que hizo Trias mientras gobernaba”, y “el orden y la regulación de la actividad económica llevada a cabo en el Eixample”. Por otro lado, Collboni se mostró descontento ante la limpieza de la ciudad, asegurando que “los resultados no están a la altura del esfuerzo económico de la ciudad”. 

Para concluir su ponencia, el alcaldable defendió que “si volvemos a un alcalde independentista tendremos el riesgo objetivo de retroceder como ciudad”. Ante eso, recordó que “cuando la gente habla de la nostalgia de Barcelona, habla de la Barcelona que hicieron los alcaldes socialistas”, por ello dejó clara su intención de convertir Barcelona en “una ciudad habitable, con oportunidades laborales, que no expulse por el precio de la vivienda y que haya aprovechado los retos medioambientales para ser más verde”, de cara a 2030.