El pasado viernes, 15 de diciembre, el Círculo Ecuestre cerró el ciclo de conferencias de la cuarta edición de la feria de Arte Moderno y Contemporáneo By Invitation con la presencia de Iris Brouwer, directora general de Moco Museum de Barcelona.  

Tras la presentación y bienvenida a cargo de Enrique Lacalle, presidente de la institución y promotor y comisario de la feria artística, la especialista en arte moderno, contemporáneo y callejero mantuvo una conversación con Sergio Vila-Sanjuán, responsable del suplemento Cultura|s de La Vanguardia, quien se encargó de moderar el acto.

Sergio Vila-Sanjuán inició el diálogo con la directora del Moco Museum en Barcelona aplaudiendo la gran estrategia publicitaria y de marketing realizada por el museo en la ciudad, que ha logrado hacerse un hueco en el panorama cultural, atrayendo grandes cotas de audiencia local y turística.  El moderador expuso ante el público que gran parte del éxito del museo ubicado en la calle Montcada se debe a la extensa trayectoria en restauración y turismo de la experta en arte proveniente de los Países Bajos, con más de 20 años de residencia en la capital catalana. 

Iris Brouwer comenzó su participación en By Invitation explicando cómo llegó el fenómeno en arte moderno y contemporáneo de Ámsterdam, donde se ubica el primer museo Moco, a la capital catalana: “El Moco Museum de Barcelona se abrió en plena pandemia y durante el contexto del Hermitage. A pesar de ello, y de que es un museo 100% privado, hemos tenido una grandísima acogida aportando un nuevo concepto a la oferta cultural de Barcelona”.  

La directora del museo en la capital catalana introdujo a Kim and Lionel Logchies, los dueños del museo, que, según explicó cuentan con “una trayectoria de 25 años en el mundo del arte y que empezaron con una galería, que tuvo que ser sustituida por el museo actual de Ámsterdam en el año 2016, debido al gran aforo que tenía su primer establecimiento”.  




Según argumentó Brouwer en el marco de su explicación, “Barcelona es una ciudad muy especial para los dueños, por lo que abrir un museo aquí era una elección bastante lógica para ellos”. Debido a la dificultad de encontrar un espacio similar al de Ámsterdam en la capital catalana, estuvieron a punto de desistir, según explicó la directora, pero “Patrick Kluivert, futbolista y amigo de los dueños, les dijo que conocía un edificio en una gran zona cultural de Barcelona, y al lado del museo Picasso, el Palacio Cervelló, un edificio del s. XVI, que cumplía con el prototipo de edificio antiguo que buscaban para introducir en su interior algo muy diferente, como es el arte moderno”. 

Actualmente, el Moco Museum de Barcelona es un espacio innovador que cuenta con dos plantas habilitadas llenas de obras impactantes de grandes artistas como Andy Warhol, Murigami o Kusama. Además, da cabida a artistas más incipientes y polémicos como Banksy o de ubicaciones más concretas, como la obra de Yago Hortal, artista barcelonés. Pero sin duda, por lo que se ha diferenciado en gran medida, es por tener una gran parte de arte inmersivo y digital. A pesar de la caída de los NFTs, según Brouwer, “para el museo, el aspecto comercial no forma parte de su filosofía, por lo que tenemos que mostrar arte digital, ya que lo consideramos como una parte indispensable del arte”.  “El 10% de las exposiciones que tenemos son arte digital, en parte porque el arte digital no tiene limitaciones, es más flexible e instagrameable y forma parte de nuestra filosofía de innovación”. “Inspiramos a la generación más joven a interesarse más por el arte en general”, añadió.  

Preguntada por el moderador, sobre por qué el Moco Museum no apuesta por un arte más disruptivo y crítico, Iris Brouwer aseguró que, según la filosofía de los dueños, “el arte tiene que ser positivo, inspirador y abrir mentes. El Moco busca más el good feeling que el bad feeling”. 

Ante la gran estrategia publicitaria y de marketing empleada por el Moco Museum, la directora general del museo en Barcelona aseguró que, desde la dirección, “se ha seguido la misma estrategia que en Ámsterdam, dando valor al público turístico atrayéndolo desde el aeropuerto y los autobuses turísticos, también desde acciones publicitarias en la playa de Barcelona”. Asimismo, confirmó que el Moco también apuesta por la publicidad en internet. Todo ello, ha incidido en el “30% de crecimiento en compras en comparación con el año pasado”, según la directora. 

Sobre el futuro del Moco Museum en Barcelona, la directora general del mismo confirmó ante el público del Ecuestre que “el Moco Museum tiene la intención de quedarse en Barcelona, por lo menos durante 20 años”, periodo de alquiler que tiene contratado. Brouwer también anunció que “existe la intención de abrir tres o cuatro museos en Europa en los próximos 20 años”, comenzando por “la próxima apertura en Londres, en junio de 2024, concretamente en Oxford Street”. “Va a ser un museo más grande que el de Barcelona, pero se llevará a cabo con el aprendizaje que hemos tenido aquí”. La directora general también explicó que, “la colección Moco, que cuenta con 100 obras, 60% de las cuales es de propiedad, se ampliará con el museo londinense”. 




“Este año los dueños han comprado entre 8 y 10 obras”, explicó Brouwer durante el coloquio. Según la experta en arte, “la forma de adquirir obras por parte de los dueños es distinta a la de los coleccionistas habituales: cuando ven un artista que todavía no es demasiado conocido, pero creen que puede aportar mucho al museo, no dudan en comprarle”. También incidió en que “el matrimonio Logchies está atento al arte español y quiere darse a conocer más en Madrid, Valencia o Sevilla, lo que promoverá una mayor relación con artistas españoles”. 

Brouwer aseguró que, “a pesar de no recibir ni un euro del presupuesto público de Barcelona”, el Moco Museum mantiene una gran relación con otros enclaves culturales de la ciudad de Barcelona, como la Casa Batlló o el MACBA, hecho que evidencia su intención por “seguir involucrándose e integrándose en la ciudad”. 

Sobre la polémica de la subasta de la serie Femme en Flammes de Dalí, que una de sus esculturas está expuesta en el Moco Museum de Barcelona, la directora general negó la posibilidad de perder la obra. Según Brouwer, “la obra que va a salir en subasta no es nuestra, por lo que la que tenemos seguirá estando en el museo”. 

La charla concluyó con diversas preguntas del público, ante las que la directora general del museo Moco en Barcelona respondió que “la reputación de ‘museo no serio’ con la que arrancó el Moco en la capital catalana está cambiando”. “Tenemos una franja de edad de entre 16 y 35 años y un 4,7 sobre 5 de valoración y contamos con un promedio de entre 2.500 y 4.000 visitantes diarios en temporada alta”, ante ello, auguró un gran futuro para el enclave de arte moderno y contemporáneo en la ciudad condal.